30/10/2020
Por: Nicolás LLorente.
El pasado 25 de octubre se vivió una verdadera fiesta democrática electoral y popular nunca antes vista en Chile con una participación electoral masiva en el plebiscito convocado a raíz de las protestas masivas y poderosas del 2019 que se llevaron a cabo en muchas ciudades y plazas de chile como consecuencia de la altísima y permanente desigualdad social en ese país; sin embargo la gota que rebasó la paciencia de los chilenos y jóvenes fue el alza en el valor del pasaje del metro lo cual indigno de manera considerable los ánimos y disgusto de las personas explotando de manera casi inmediata una olla de presión social que pocos pronosticaban sacando a la gente y los jóvenes a la calle de manera masiva y contundente extendiéndose esto durante todo el transcurso del año pasado presionando al gobierno de Sebastián Piñera lo cual respondió con mano dura y represión dejando heridos y sin ojos a muchos de los manifestante. Sin embargo, las protestas rebasaron la capacidad de reacción de los cabrineros de Chile sobreponiéndose a punta de resistencia y contundencia; sin embargo, las protestas se iban expandiendo y potenciando cada día más una vez callo el alza de 30 pesos anunciado por el gobierno semanas antes.
Sin embargo, esto no fue suficiente para apaciguar y desactivar las apoteósicas protestas si no que el nuevo movimiento de manifestantes aumentó radicalmente alrededor del país aumentado la intolerancia de los cabrineros y todo el aparato represivo del estado al servicio de la violencia y la sevicia policial, disparando directamente a los ojos de los jóvenes manifestantes dejando múltiples y cientos de heridos; sin embargo la radicalización de las protestas y contundencia masiva los mantuvo firmes ante toda la fuerza represiva del gobierno.
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Por otra parte, dada la magnitud del movimiento de manifestantes bautizada «chile despertó» el gobierno de Sebastián Piñera no tuvo otra opción que pedir perdón reconociendo los altos niveles de indiferencia y lejanía con respecto a los intereses de la sociedad chilena con la del estado; sin embargo esto no fue suficiente y las protestas maximizaron su contundencia llenando plazas y ciudades diariamente sin cansancio con la enorme ilusión y sacrificio de un cambio radical para la sociedad chilena a raíz de todo el movimiento radicalizado de manifestantes propusieron la derogación, destrucción y abolición de la constitución heredada de la dictadura militar de Pinochet, la cual al final de año del 2019 se materializo en que debía cambiarse y derogarse la constitución actual de chile de 1988 la cual es el origen de las actuales desigualdades y el carácter autoritario de dicha constitución la cual tiene su origen durante la dictara militar de la junta militarista de Augusto Pinochet, la misma que en 1973 dieron un golpe de estado aberrante y sangriento al gobierno elegido democráticamente de Salvador Allende, líder popular y progresista el cual fue bombardeado por aviones de la junta militar liderada por Pinochet dentro de la casa de la moneda de chile abriendo una herida en la historia de política latinoamericana y cambiando las dinámicas de las fuerzas políticas latinoamericanas.
Una vez desatado el golpe militar advirtrario, ilegitimo y forzado abiertamente fascistas tomándose el poder ilegalizando los partidos políticos la libertad de expresión , reunión y los derechos humanos persiguiendo a diestra y siniestra con escuadrones de la muerte todos los adversarios o sospechosos de ser comunistas torturando, desapareciendo y ejecutando sistemáticamente sin miramientos el resultado miles mujeres violadas, humilladas, torturadas, ejecutadas y desaparecidas; las cuales nunca se ejecutó en balance ni dejaron en claro las cifras independientes hablaban de más de 3000 mil ejecuciones extrajudiciales trayendo consigo cientos de desaparecidos y torturados a manos de la dictadura militar además abriendo una herida en la memoria y la política de la sociedad chilena y latinoamericana inaugurando y expandiendo como un experimento político en chile el mismísimo neoliberalismo privatizando, rematando y empeñando todo el aparato productivo de ese país los recursos naturales la misma economía al capital y empresas extrajeras exigiendo reformas laborales sindicales y pensionales sumamente agravantes miserables para el proletariado, las clases populares y enriqueciendo a las clases altas aristocráticas no solo militares si no industriales una vez consolidada la dictadura militar , su economía neoliberal y las altas tasas de desigualdad esta fue llamada en la comunidad internacional para limpiar su imagen públicamente como el «milagro chileno» advirtiendo pocos que sería una olla a presión social gigantesca décadas después.
La dictadura amplio bajo un plebiscito la continuidad o no de la junta militar del gobierno perdiendo por margen estrecho dicho plebiscito fue abriendo junto a la clase política chilena de a poco y gotas la democracia y permitiendo mínimamente pequeñas reformas dado cabida a la alternancia de las fuerzas políticas y del poder entre neoliberales y socialistas de manera pacífica; sin embargo se mantuvieron las reformas estructurales de la dictadura incluso la mismísima constitución autoritaria de la dictadura militar de 1988.Sin embargo. los socialistas y perseguidos políticamente por la dictadura tenían el lema «perdonamos, pero no olvidamos» no fue hasta el segundo gobierno de Sebastián Piñera en el 2018 en donde la olla a presión explotaría y daría paso precisamente a las protestas del año pasado teniendo su parálisis a raíz de la pandemia internacional desactivándose temporalmente.
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sin embargo, una vez termino el confinamiento y se fue perdiendo el miedo al contagio el movimiento de manifestante fue poco a poco recuperando fuerzas y saliendo a las calles de forma parcial de manera masiva ya que estaba destinada el plebiscito acordado el año pasado para el 25 de octubre pasado el cual ese día había largas filas en las ciudades chilenas para ejercer el voto y elegir si aprobaban o desaprobaban una nueva constitución que derogaría de manera definitiva la heredada por la dictadura, efectivamente la opción apruebo gano con 80% la mayoría arrolladora de jóvenes y ciudadanía libres cambiando el destino de su país declarando la victoria enorme de manera masiva, fiestas populares y aglomeraciones masivas para festejar el cambio de este nuevo rumbo.
Muchísimas lecciones deja el país vecino que deberíamos tomar nota, dejando claro que las protestas sociales organizadas masivas contundentes y poderosas funcionan y tienen la fuerza de cambiar la historia y rumbo de país. La segunda lección deja claro que la democracia se refleja en la participación de la protesta social y se legitima en la participación electoral masiva. Por último, la tercera lección es que la lucha popular y la protesta como mecanismo democrático de derecho es fundamental para cambiar la historia política de un país dejando claro que la protesta social es un derecho que puede convertirse en una victoria democrática demoledora.