La selección de Estados Unidos ha sido la gran sensación del Mundial de fútbol femenino, que se lleva a cabo en Francia. Este domingo, y luego de una campaña perfecta, las norteamericanas, actuales campeonas, tendrán la oportunidad de defender el título cuando jueguen la final. Pero en caso de ganar el trofeo, una jugadora ya anunció que no asistirá a ninguna reunión con el presidente Donald Trump, aunque lo más probable es que este invite al equipo a su casa. Se trata de Megan Rapinoe, quien no solo apareció en una entrevista diciendo “no voy a ir a la puta Casa Blanca”, lo que generó una airada respuesta en Twitter del presidente, sino que también decidió no cantar el himno de su país para protestar por la injusticia social y racial en los Estados Unidos. No es la única: la goleadora del equipo, Alex Morgan, también ha dicho que está en desacuerdo con las políticas de la actual administración y anunció que no iría a ver a Trump en un eventual recibimiento. De llegar a ocurrir, sería un desplante con pocos precedentes en la historia del deporte estadounidense.
Fuente : Semana