21/05/2021
Por: Nicolás Llorente
Insta: @nicogllor
Ya se cumplen más de 2 semanas de protestas en todo el país, el descontento y la indignación enardecida sólo han aumentado sustancialmente gracias a la brutalidad policial, a la sistemática vulneración de derechos humanos y a la radicalizada violencia desproporcionada y brutal de las fuerzas del orden que rompe todos los protocolos que regulan el uso de la fuerza pública, llevándose por delante la vida y los ojos de muchos jóvenes que han salido pacíficamente a protestar y reciben toda la ira de la Policía y el ESMAD. Sin embargo, al gobierno en cabeza de Duque, no le interesa negociar de manera seria las peticiones del comité del paro y mucho menos llegar a un acuerdo real para desactivar pacíficamente las protestas. Dicho comité. hay que decirlo, representa sectores, gremios, trabajadores, estudiantes, sindicatos, pensionados, retirados, etc. Pero claramente, no representa los sectores más populares y vulnerables de los jóvenes que arriesga el pellejo y la vida misma en las protestas radicalizadas del estallido social.
Por otra parte, en el país la radicalización democrática en el estallido social carece de salidas claras, de soluciones cortoplacistas y más de paños de agua tibia. El estallido social llegó a un punto de no retorno muy similar al camino del estallido social en chile, que significó a una solución viable y democrática en el vecino país. No hay duda que el estallido social en Colombia no tiene frenos y la radicalización espontánea de la violencia en las protestas, sólo les daría una justificación más a los cuerpos policiales para avanzar con toda la brutalidad y toda la fuerza de represión aun más de la que ya se ha registrado y que tampoco tendrían frenos, obteniendo como resultado un sinnúmero de heridos y muertos.
Encontrar salidas entre el comité del paro y el gobierno se ve muy improbable, pues el gobierno sigue terco e inamovible frente algunas de las peticiones del paro, como reformar la Policía, abolir el ESMAD, renta básica para 10 millones de hogares, educación superior pública y gratuita, cumplir los acuerdos de paz, y realizar un gran pacto nacional, social y político que ayude a salir de la enorme crisis de desigualdad del país. Sin embargo, esta salida será poco probable o imposible, ya que la actitud del gobierno es absolutamente prepotente, terca y tramposa mientras la crisis, a raíz del estallido social y todos sus síntomas pacíficos, radicalizados y violentos siguen allí sin solución a la vista.
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Analizando la experiencia internacional y el tratamiento de otros estallidos sociales y protestas en Venezuela, Perú, chile y aquí en Colombia; estos serían 4 posibles escenarios y salidas a esta brutal crisis:
Sin bien las primeras 3 salidas nos darían escenarios basados en las experiencias de nuestros países vecinos, ninguna se descarta, pero se ven poco probables. Sin embargo, muchas cosas pueden suceder de aquí al 2022. Por ahora el paro nacional sigue más vivo que nunca y lo más probable es que la única salida para Colombia sea la que se escriba en el futuro cercano y que está por verse.